A la memoria de Abel Rodríguez,
el dirigente que no dejó de caminar
junto a los maestros de a pie.
Los sindicatos son instituciones políticas y sociales que luchan por alcanzar beneficios para los trabajadores, al tiempo que promueven cambios para toda la sociedad. Por ejemplo, concertar una reforma laboral progresista rebasa las demandas particulares de la clase trabajadora, para vislumbrar horizontes de dignidad que favorecen a toda la sociedad. Los sindicatos son agentes de diálogo, negociación y acuerdos que propenden por la participación política de las bases sociales, la formación de nuevos liderazgos y proyectan la voluntad de poder como un elemento cultural emancipatorio. Estas premisas sobre la democracia sindical las repetía incansablemente el maestro Abel Rodríguez para confrontar la estrechez de perspectivas inmovilizantes, como el “todo o nada” o el “no se puede hacer más”.
De otra parte, lo que llamamos «democracia sindical» es una configuración institucionalizada de la participación política que se encuentra inmersa en los mismos vicios de la “democracia burguesa”. No olvidemos que los sindicatos nacen en el siglo XIX como una consecuencia del desarrollo del capitalismo y hasta la actualidad, funcionan para mantener controlado el antagonismo de las clases sin alterar el sistema productivo. Esta realidad histórica no oculate que en América Latina, principalmente desde los años 60 del siglo XX, se fueron gestando prácticas sindicales que reivindicaban derechos laborales y, simultáneamente, buscaban trascender su lucha particular hacía la consecución de reformas políticas de bienestar y dignidad de alcance nacional.
La estrategia era perforar el capitalismo desde sus mecanismos internos. Por eso se fueron convirtiendo en actores incomodos y peligrosos para quienes han buscado impedir cualquier cambio social. Generalmente, este tipo de sindicatos están vinculados a movimientos sociales, a estructuras partidarias de izquierda y a la voluntad popular que demanda transformaciones sociales profundas. Es el sindicalismo clasista que se opone al sindicalismo patronal.
La Asociación Distrital de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación – ADE hace parte de este sindicalismo combativo[1]. Tenemos la fórmula ganadora: la lucha sindical y el saber pedagógico; la conciencia gremial y el acervo cultural como herramientas de lucha. Esa es nuestra herencia, pues desde los tiempos de Sócrates la práctica educativa ha sido una crítica constante a los excesos y abusos del poder. Nuestra lucha sindical por la educación pública es la lucha por los derechos sociales, el bienestar general y la paz.
No obstante, debido a su naturaleza humana, las organizaciones sindicales pueden llegar a adolecer de burocratismo, clientelismo y autoritarismo. El dirigente sindical carente de formación y compromiso corre el riesgo de convertirse en un simple directivo acomodado por las mieles de sus pírricos privilegios. El dirigente se convierte en directivo y el directivo deviene en un candidato eterno que olvida su papel como líder social. Sonriente para pedir votos y arrogante ante la crítica. Amable para ser invitado a los colegios y sordo para responder las llamadas de sus afiliados. Astuto para «hacer favores» y lerdo para argumentar.
Creo, como lo planteara Alexis de Tocqueville, que la democracia es un espacio de apertura, contingencia y de carácter imprevisible. La democracia no es un espacio cerrado con verdades clausuradas ni posiciones fijas. En este sentido, un sindicato que se diga a sí mismo democrático debe reconocer su condición incompleta e imperfecta para someterse a su revisión permanente, a la evaluación de sus prácticas y dispuesto a mantener una actitud de apertura a la crítica.
El Colectivo La Roja y la voluntad de poder
Ni la desesperanza ni el ostracismo son opciones propias de un educador. No podemos sembrar esperanza en nuestros estudiantes, sino creemos que la transformación social es un principio pedagógico. En las presentes elecciones de la ADE se han venido posicionando colectivos de maestros y redes territoriales de trabajo pedagógico que reconocen la necesidad de incidir en el escenario sindical. Entre estas iniciativas de maestros(as) con carácter crítico y emancipatorio se encuentra el Colectivo La Roja, conformado por maestras y maestros que asumen su praxis cultural como una actividad pedagógica con interés político.
Nuevos liderazgos, como el del compañero Yesid González y la nueva dirigencia que continúa su avance impetuoso, han logrado eliminar la reelección indefinida y ampliar la participación en la Asamblea de delegados y en la Junta Directiva.
Estamos convencidos de que el poder de negociación con el gobierno depende, además de la movilización social, de la imagen y la legitimidad que la dirigencia proyecte a nivel social y de la calidad política de nuestros cuadros sindicales. Por tal motivo, hacen falta reformas en el funcionamiento orgánico de la ADE como, por ejemplo, un plan de formación para nuevos dirigentes, más allá de la tradicional Escuela Sindical. Igualmente, un ejercicio democratizador para la próxima Junta Directiva y Asamblea será incluir la revisoría fiscal y el comité de ética, pues como afiliados, tenemos derecho a conocer y aprobar la distribución de los recursos de la organización y el comportamiento de nuestros representantes.
Finalmente, es necesario diferenciar la lucha sindical, en tanto confrontación a las políticas regresivas que vulneran los derechos de los trabajadores, de la democracia sindical, caracterizada por el debate sobre el funcionamiento político de la organización y los dirigentes que nos representarán para la lucha sindical de los próximos 4 años.
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Pdta: Los directivos que no quieren perder sus privilegios no dejan de sorprender. Luego de ofrecer bingo, tamal y lechona, ahora, a seis días de las elecciones, inauguraron el nuevo «edificio» de la organización. Estamos gobernados por una pobre mayoría desesperada y asustada.
Notas.
[1] La Asociación Distrital de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación ADE, nació en 1957 en la ciudad de Bogotá. Es el sindicato regional con más afiliados del país. Su participación fue decisiva para la fundación de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación FECODE, en 1962. En la actualidad es unos de los principales convocantes del Movimiento Social colombiano en la defensa de la educación pública, la Paz y los Derechos Humanos
PARALA ADE, FECODE:Y EL MOVIMIENTO SINDICAL COLOMBIANO: AGREMIADOS.»NUEVA TEORIA DEL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA». VERSIÓN CINTIFICA. DEL HISTORIADOR COLOMBIANO HUMBERTO BUSTOS FERNANDEZ. VER LIBRO AMAZON: YOUTUBE-VIDEO-DESCUBRIMIENTO HUMBERTO BUSTOS FERNANDEZ. OBRA DE TEATRO.LEVANTADOS DERECHOS DE AUTOR PARA REPRESENTACIONES ESTUDIANTILES DE COLEGIOS DE PRIMARIA, BCHILLERATO Y UNIVERSIDADES DE AMERICA LATINA.